Resumen
En Guatemala se han realizado cuatro inventarios nacionales de gases de efecto invernadero (GEI) correspondientes a los años 1990, 1994, 2000 y 2005. Estos indican que las emisiones totales de GEI aumentaron de 18.10 a 31.40 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2-eq) de 1990 a 2005. Asimismo, muestran que la capacidad de absorción de dióxido de carbono (CO2) se redujo de 43 a 24 millones de toneladas para el mismo periodo. Al combinar ambos datos se observa que el balance neto nacional (emisiones menos absorciones) pasó de ser una emisión neta negativa de 25 millones de toneladas en 1990 a una emisión neta positiva de siete millones de toneladas en 2005, equivalente a un incremento medio anual de 9 %. Las proyecciones para el año 2050 realizadas por el proyecto de USAID Desarrollo con Bajas Emisiones, muestran una tendencia al aumento en las emisiones del país a mediano y largo plazo.
Las emisiones per cápita han aumentado de 1.95 a 2.57 y 2.8 toneladas de CO2-eq durante los años 1990, 1994 y 2000 respectivamente; sin embargo, hubo una reducción a 2.4 toneladas de CO2-eq en el 2005. Las emisiones con respecto al producto interno bruto (PIB) del país también se mantienen al alza mostrando un incremento de 0.25, 0.29, 0.33 y 0.36 kg CO2/USD PIB en los años 1990, 1994, 2000 y 2005 respectivamente. Estos dos indicadores muestran que la gestión de nuestras emisiones ha sido poco eficiente, ya que estamos emitiendo mayor cantidad de GEI por cada nuevo habitante, o bien, emitimos mayor cantidad de GEI por cada quetzal que genera nuestra economía.
De acuerdo con la información del inventario del año 2005, las cinco principales actividades que generan mayores emisiones de GEI son la conversión de tierras forestales a cultivos o ganadería (26 %); la quema de combustible para el transporte de personas, productos y mercancías (18 %); el manejo de los suelos agrícolas (14 %); la fermentación entérica del ganado (9 %) y la quema de combustibles para la producción de energía eléctrica (9 %).
Existen otros inventarios sectoriales de GEI además de los inventarios nacionales, pero no son comparables entre sí, debido a diferencias metodológicas y de fuentes de información. Existen vacíos de información que reducen la disponibilidad y certidumbre de los inventarios nacionales. Por ello, se recomienda fomentar arreglos institucionales que permitan instalar un sistema de recopilación e intercambio de información, para contar con estadísticas nacionales con mayor periodicidad y menor incertidumbre.