Resumen
El clima mundial está cambiando notablemente e impactando considerablemente la salud humana a través de efectos directos sobre grupos vulnerables como niños, ancianos, enfermos crónicos, personas alérgicas e inmunodeprimidas, entre otros. Sin embargo, su mayor efecto puede vislumbrarse en el deterioro de los determinantes de la salud al exacerbar las inequidades sociales, económicas y demográficas. El cambio climático, considerado como un factor impulsor del riesgo de desastres, actúa aumentando las presiones ya existentes sobre la vivienda, seguridad alimentaria, agua, pobreza y muchos otros determinantes de salud.
En Guatemala, las investigaciones relacionadas con los efectos del clima en la salud humana son limitadas y el Sistema Nacional de Salud, el Sistema de Seguridad Social y otros prestadores de servicios de salud no consideran el cambio climático como un factor prioritario causante de enfermedades; sin embargo, los efectos en los subsistemas relacionados como producción de alimentos, agua, saneamiento ambiental, entre otros, evidencian consecuencias negativas al reducir la disponibilidad de servicios básicos de calidad y seguridad alimentaria. Estos efectos incrementan la pobreza, reducción de tierras de cultivo y la necesidad de programas de asistencia humanitaria para los afectados. Las enfermedades vectoriales han incrementado evidentemente su frecuencia, situación que se agrava con la aparición de nuevos padecimientos como el zika y chikunguña.
El sector de agua y saneamiento es uno de los sectores que será afectado por los efectos del cambio climático, lo cual constituye un grave riesgo, ya que pueden incrementar las enfermedades asociadas al agua. En cuanto a las enfermedades vectoriales se prevé un notable cambio en su incidencia y distribución, ya que dependen de las variaciones territoriales y la presencia de vectores. Por ejemplo, los territorios que tengan cambios de temperatura tendrán cambios en sus patrones de enfermedades vectoriales; en ese sentido, el patrón general parece ser el aumento en el número de casos o una redistribución geográfica de enfermedades.
Un reto importante es la adaptación del sistema de salud al cambio climático, tanto en su ubicación en zonas seguras como en el manejo de información epidemiológica. Entre los pasos importantes para resolver estas limitantes están: i) fortalecer el monitoreo epidemiológico; ii) incorporar monitoreo climático junto con monitoreo de enfermedades afectadas por clima (p. ej., enfermedades vectoriales, enfermedades transmitidas por agua, enfermedades cardiovasculares, etc.); iii) fortalecer la visión prospectiva y reducir la reactiva para actuar antes, y no después, de los desastres y epidemias; y iv) promover la
capacitación del recurso humano.